A vueltas con la formación interna

Parece que aún muchas empresas no son conscientes de que no pagar facturas de cursos no quiere decir que no tengan gastos de formación.

 

Existe en toda empresa un coste en horas en las que unos trabajadores, en vez de ceñirse a realizar su trabajo, están dedicándose a enseñar a otros cómo tienen que hacer algo, cómo funciona el programa del ordenador, cómo tiene que atender el teléfono, cómo funciona la máquina de extrusión, cómo se prepara el plato estrella de la casa o cómo se va a aplicar el procedimiento 32.5 de calidad.

 

El caso es que siempre que hay acogidas en una nueva empresa, cuando alguien sustituye a otro, cuando un director presenta una nueva línea de negocio, cuando el jefe de ventas presenta un nuevo producto o cuando el delegado de prevención tiene que hacer un curso de PRL obligatorio.

 

Todas estas horas tienen un coste, son formación y son bonificables. Y es la única bonificación en la que no recupero una factura pagada, sino que como la nómina la pago igual…

«Voilà!» Ingreso neto.

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