Formación interna, la gran desconocida

En el día a día de la formación bonificable nos encontramos con que la mayoría de los cursos se realizan bajo la modalidad de formación externa. Entendemos ésta como la relación entre una empresa que desea realizar formación para sus trabajadores y otra que la imparte, aportando materiales didácticos, docentes, aulas, medios didácticos, etc.

Pero, esto no quiere decir que se la única modalidad existente.

Otro modo de realizar formación (y que sea bonificable) es a través de la formación interna, es decir, aquella que se planifica y ejecuta con medios propios de la empresa.

Aunque muchas empresas sí la realizan, no contemplan hacerlo por medio del sistema de bonificaciones de la Fundae.

¿Por qué realizar formación interna?

 Los múltiples beneficios son los que llevan a las empresas a desarrollar la formación a sus trabajadores mediante esta modalidad.

 

  • Es la mejor manera de lograr un impacto y asimilación de la formación mayor, que resultará en una mejora en la competitividad de la empresa y fidelización del trabajador.

 

  • La empresa ya dispone de personal capacitado con los conocimientos y experiencia sobre los procesos y particularidades de la empresa, las deficiencias y puntos fuertes del equipo de trabajo, así como también, de las necesidades específicas de la empresa, lo que permite una mejor adaptación de la formación a sus necesidades formativas.

 

  • Puede considerarse como formación interna aquella en la que un trabajador, en régimen general, forma a un compañero para explicarle, por ejemplo, un nuevo producto, un nuevo procedimiento, un nuevo software o, porque es una nueva incorporación.

 

  • La formación interna no supone un coste extra a la empresa y la inversión económica requerida frente a la formación externa es menor, reduciendo costes de formación y acrecentando la posibilidad de realizar más formación.

 

  • Es una manera de que los empleados se involucren con la empresa y su mejora, lo que resulta en una mayor motivación del personal y, en definitiva, un incremento de los resultados obtenidos.

 

  • La empresa evita depender de otra empresa organizadora o formadora, y ejerce un mayor control interno sobre sus fondos de formación.

 

En Ágora os animamos a perder el miedo por la formación interna y aprovechéis al máximo vuestro crédito de formación.

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